Que el ser humano es sumamente complejo lo sabemos todos; sin embargo, también lo es nuestro día a día.
Aunque solo sea por la cantidad de decisiones que tenemos que tomar todos los días, desde elegir qué ropa usar en un día lluvioso de diciembre, hasta la compleja decisión de aceptar o no una oferta de trabajo en una ciudad desconocida.
Los hábitos son parte de aproximadamente 40% de nuestro día. En otras palabras, pasamos casi la mitad de nuestro tiempo en “piloto automático”, tomando decisiones basadas en ideas ya establecidas en nuestro inconsciente. Así, un hábito es algo que hacemos “sin pensar”, casi automáticamente y con frecuencia.
Ser consciente del desarrollo de hábitos menos positivos no facilita la necesidad de cambiar solo porque nos perjudican. Podemos reconocerlo, pero estamos tan acostumbrados que resulta difícil cambiarlo, especialmente cuando se trata de nuestra rutina diaria. El cambio es costoso, porque lo que hemos hecho toda nuestra vida o lo que hemos estado haciendo está arraigado y se ha convertido en nuestra zona de confort, que no siempre es la que nos trae lo que realmente queremos, ni nos muestra lo que podríamos tener. si sal de ella.
A menudo podemos sentirnos motivados para cambiar porque escuchamos o leemos una historia de transformación que parece haber sucedido de la noche a la mañana. Sin embargo, desconocemos el camino que tomó la persona para lograr el cambio. Podemos decir una cosa: la persona se dio cuenta de cómo cambiar hábitos que no contribuían a su crecimiento personal y profesional.
Hay dos preguntas importantes a considerar al decidir dejar atrás un hábito dañino, ya sea perder peso o dejar de beber: cómo y por qué.
Como – aquí es donde reunimos la fuerza de voluntad y otras fuentes de apoyo (amigos, colegas y cualquier otra persona que pueda haber pasado por el mismo problema con el que luchamos), así como todas las demás herramientas y recursos que podemos encontrar (libros, planes para ejercicios, terapia). Todo esto sirve para ayudar a construir una estructura que ayudará a la fuerza de voluntad a tener las mejores posibilidades de éxito.
Por qué – La pregunta que debemos hacernos es: ¿por qué necesitamos romper el hábito y por qué lo iniciamos? Necesitamos, en primer lugar, desarrollar un sentido de curiosidad por él. La sociedad nos dice rápidamente que nuestros hábitos nos matarán y que somos un fracaso por no poder cambiarlos, pero no aborda por qué hacemos lo que hacemos. Tenemos que aceptar que podemos sacar algo bueno de nuestros malos hábitos, incluso aquellos que nos matan. Siempre hay aprendizaje.
Nos preguntamos: ¿este hábito me está ayudando a llevar una vida que aprecio y aspiro? Esta rutina cumple con mis valores, ideales y metas? Estoy logrando mi objetivo principal: la felicidad?
Pero no puede esperar tener un cambio radical de hábitos de la noche a la mañana: solo puede cambiar un pequeño hábito a la vez.
“Anónimo”
Los hábitos son parte de la naturaleza humana. El simple hecho de lavarse los dientes, tomar café por las mañanas, hacer la cama, son hábitos casi automáticos que, sin embargo, si no los hacemos, nos sentimos extraños, como si faltara algo.
Sin embargo, hay hábitos que no son buenos para nosotros. Ven a entender mejor los tuyos y descubre cómo puedes solucionarlos nosotros.
Con vuestra ayuda fue un poco más fácil, tuve todo vuestro apoyo y respeto y me ayudásteis a tener otros hábitos y realizar actividades para poder tener una vida mejor. No tengo otras palabras que GRACIAS Y MIL GRACIAS