No todo el que bebe depende del alcohol, es decir, no todo el que bebe necesita tratamiento.
Sin embargo, lo que los distingue de los consumidores excesivos es que tienden a perder el control de su comportamiento bajo la influencia de esta sustancia, con frecuentes pérdidas de memoria. Exploremos el adicto al alcohol.
La resaca (efectos negativos de la abstinencia de alcohol), el los lamentos o miedos ligados a acciones intrascendentes que la persona pueda haber realizado bajo los efectos del alcohol y el consumo frecuente como forma de olvidar lo sucedido son indicios importantes de que la persona puede estar desarrollando una situación de dependencia. Sin embargo, puede llegar al punto en que desde el momento en que bebes el primero no puedes parar más y las mentiras se vuelven más frecuentes y la persona parece vivir una doble vida, infeliz y deshonesta.
El adicto al alcohol también desarrolla una especie de “alergia” al alcohol, es decir, la ingestión de una pequeña cantidad de esa sustancia desencadena reacciones absolutamente desproporcionadas.
Es en este punto que tendrá mucho sentido buscar tratamiento para su adicción sin demora.
El tratamiento de la dependencia del alcohol, a través de sus diversos enfoques, ayudará al alcohólico a asumir que tiene este problema, reconociendo que, por ello, no le es posible beber moderadamente. Esto le da la oportunidad de concentrarse en sus muchos potenciales, aprender a liberarse para vivir una vida libre y plena. Si se identifica con los síntomas descritos anteriormente, o conoce a un familiar o conocido que pueda estar en esta situación, comuníquese con nuestro Centro de Tratamiento.
Fui un adicto alcohol y gracias a vosotros pude recuperar mi vida. GRACIAS, GRACIAS y MIL GRACIAS! Recomiendo que si alguien está pasando por esta situación, que sepa que sí hay solución y no es el beber. Acudan a ellos.