La depresión y la nostalgia a menudo se confunden entre las personas.
Sin embargo, estos difieren sobre todo en términos de intensidad y consecuencias asociadas. Pero después de todo, cómo se distinguen?
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Cuáles son las diferencias entre nostalgia y depresión?
La nostalgia se puede definir como “la alegría de estar triste” y, a menudo, se asocia con la nostalgia. Por tanto, se caracteriza por ser transitorio y no interferir en la vida normal de la persona.
La depresión, por otro lado, es un estado de profunda tristeza, un sentimiento de vacío y una pérdida de interés y motivación, incluso por algo que antes se utilizaba para disfrutar. Puede surgir debido a algún evento más negativo que sucedió a tiempo, o puede ser un estado crónico de insatisfacción con la vida. Poco a poco, pierde su color y las ganas de vivir se extravían. A partir de aquí, la persona se encierra fácilmente sobre sí misma, preferiblemente en un lugar oscuro, con un cuerpo inerte sobre una cama, aislado de un mundo que, a sus ojos, le hace sufrir. Puede ser un mecanismo de defensa como una forma de escapar de realidades más complejas, un síntoma de ira reprimida o una tendencia a ver simplemente el lado negativo de todo.
No! La depresión afecta diferentes áreas de su vida, incluido su propio funcionamiento. Es decir, distorsiona los pensamientos, altera las actitudes y afecta al organismo, haciéndolo más cansado y desequilibrando el sueño y la dieta de la persona.
En cuanto a estudios o trabajo, tu productividad se ve comprometida y la falta de motivación es evidente. Los pacientes deprimidos ya no se preocupan por su apariencia, tienen mayor dificultad para responder a los estímulos y los ataques de llanto repentinos y convulsivos, sin motivo aparente, pasan a formar parte de la rutina. Las decisiones se vuelven cargas muy pesadas, el sentido del humor desaparece y las ideas erróneas -que para él constituyen verdades irrefutables- sobre sí mismo van ganando terreno. Falta de memoria, ansiedad, cierta náusea de vivir, apatía, irritabilidad, culpa, desesperanza, vacío, miedo y culpa son características transversales de cualquier depresivo, independientemente del tipo de depresión: endógena, exógena, posparto, entre otras.
Existen diferentes formas de expresarse, y puede desarrollarse de forma más sutil o agresiva, con mayor o menor duración e intensidad. Sin embargo, todos los pacientes deprimidos comparten la misma tendencia al aislamiento y la convicción de que a nadie le importa y que el mundo estaría mejor sin ellos. El sufrimiento asociado puede alcanzar proporciones tan grandes que la persona se sienta incapaz de seguir existiendo. Por este motivo -y las estadísticas no mienten- en un gran porcentaje de suicidios consumados o intentados, existe la presencia de signos evidentes de depresión. Las actitudes destructivas son una consecuencia lógica de quienes sienten que no merecen vivir.
Por fascinante que sea, la depresión no es para toda la vida, es solo una enfermedad que puede tratarse para que no tenga la última palabra.
Si se identifica con lo descrito o conoce a alguien que pueda tener estos síntomas, comuníquese con nosotros.