El trabajo es una de las formas de ejercer la ciudadanía, por lo que los efectos negativos del desempleo pueden ser diversos.
La relación entre desempleo y depresión está probada. Muchos psicólogos creen que la ocupación está asociada a la salud del trabajador, ya que también significa socialización, seguridad, reconocimiento social y puede reforzar el sentido de control del trabajador sobre su vida. Así, la ausencia de trabajo sumada a las restricciones económicas y sociales que se imponen en esta situación puede impactar directamente en las emociones de la población.
El desempleo es un factor de riesgo muy alto para desarrollar depresión. Además de las restricciones económicas y sociales que conlleva, el desempleo genera sentimientos negativos ligados al rechazo, la culpa, la inferioridad y, en consecuencia, conduce al aislamiento, que solo tiende a empeorar la situación.
Desde una perspectiva psicológica sobre los efectos de la depresión en los desempleados, parece que la ausencia de trabajo es la octava fuente principal de estrés entre cuarenta y tres factores. Esta consecuencia se debe, en gran parte, al sentimiento de incapacidad e inutilidad del individuo que percibe que haga lo que haga no podrá alcanzar las metas / encontrar trabajo.
Al observar el comportamiento nocivo provocado por el desempleo, se observa que algunos grupos los grupos sociales pueden presentar más cuadros de depresión. Debido a los prejuicios y la marginación social que enfrentan ciertos grupos sociales a lo largo de la vida, la entrada y permanencia en el mercado laboral es más desafiante y puede ofrecer un mayor riesgo de enfermedad (mujeres, ancianos, LGBT, personas con discapacidad, VIH positivo, entre otros).
En general, las personas desempleadas tienden a experimentar altos niveles de depresión, ansiedad, estrés y angustia, junto con baja autoestima y poca confianza. Por lo tanto, estar desempleado conduce a sentimientos de culpa, derrotismo, desesperación y pérdida de la esperanza.
“Anónimo”
Si bien es extremadamente difícil ver la situación del desempleo como una oportunidad para repensar los propios proyectos, invertir en otra área o en alternativas de ocupación temporal pueden ser formas constructivas de abordarlo. La familia o los amigos pueden ayudar a alentar a la persona a desarrollar su potencial y reconocer sus esfuerzos, recordando que esta es una situación común y que la persona no debe culparse a sí misma sin razón. Aún así, la persona a menudo llega a un punto en el que no tiene suficiente energía para hacerlo sola y es posible que necesite la ayuda de un experto.
Comprender cómo salir de la depresión es fundamental y se puede hacer de varias maneras. La terapia y la medicación generalmente se combinan con Estrategias conductualespara que la persona aprenda a afrontar los sentimientos de esta enfermedad.
La depresión requiere mucho cuidado, por lo que es importante mantener cerca solo qué y quién es bueno para nosotros. Por ejemplo, cortar las relaciones tóxicas mientras se concentra solo en lo que puede brindarle placer. Esto no es egoísmo, sino autocuidado. Por lo tanto, salir de la depresión requiere cuidar la salud mental con mucho cuidado.
“Anónimo”
A lo largo de los años se ha evidenciado que los desempleados tienden a experimentar altos niveles de depresión, ansiedad, somatización, angustia y estrés, mostrando también baja autoestima, baja autoconfianza, inactividad y aislamiento social.
Es importante señalar que un evento como el desempleo no tiene el mismo significado o influencia en todos los individuos; existen claras diferencias individuales en las reacciones a estos eventos. Así, en materia de recuperación, es importante entender qué estrategias se adaptan mejor a cada caso.
Habla con nosotrosahora y confía en nosotros. Estamos seguros de poder ayudarte.