El miedo es innato a la condición humana, pero en algunas personas es visiblemente más pronunciado y repercute en su vida cotidiana. Ya sea que provenga de relatos o confrontaciones inmediatas con un tema en particular, es importante saber que el miedo es natural en la especie humana, pero que las fobias ya son un producto de carácter psicológico.
Así, VillaRamadas busca desmitificar un poco qué distingue a cada una de estas condiciones y cómo afectan la vida diaria de una persona. Con distintos grados de impacto, hay síntomas que ayudan a darse cuenta de que hay un problema, pero también varias formas de afrontarlo.
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La sensación de miedo es normal. Es una forma natural para que el cerebro y el cuerpo se protejan, es la reacción química que nos permite entrar en modo de supervivencia para enfrentarnos a algo que consideramos amenazante. En este caso, el miedo es algo que puede surgir de experiencias previas o por asociación con momentos menos buenos vistos alrededor (aprendizaje de un tercero).
Las fobias, en cambio, ya son un estado de exageración del sentimiento de miedo. Designado como un tipo de trastorno de ansiedad, las fobias se caracterizan por una miedo excesivo e irracional. Asociados con ellos a menudo hay síntomas físicos, ataques de pánico y/o ansiedad, y sentimientos recurrentes de comer en exceso.
El miedo, al ser una reacción natural del cuerpo a su entorno ya lo desconocido, no necesariamente puede identificarse como una situación de causa-efecto. Lo que para una persona puede representar una situación de peligro, y en consecuencia de miedo, no necesariamente lo es para otra.
Se puede decir que en cuanto a las señales, el miedo siempre se identifica cuando una persona tiene miedo de hacer algo, pensando varias veces o vacilando en sus acciones.
Sin embargo, en cuanto a las fobias, al tratarse de un trastorno psicológico, es posible ser consciente de algunos signos que indican el trastorno. Por tratarse de una situación de miedo exagerado, los síntomas de desarrollar una fobia pueden ser:
Las fobias resultan ser el resultado de un miedo exacerbado, que puede haber surgido ‘naturalmente’ en una situación traumática. Se derivan de problemas emocionales y de comportamiento.
En los casos clínicos de fobias, el principal efecto es sobre la salud psicológica, pero también con un impacto negativo sobre la salud física. La producción excesiva de cortisol, la hormona del estrés, conlleva una serie de complicaciones que afectan al día a día de cualquier persona. Alguien que sufre de fobias puede tener complicaciones físicas como:
A nivel mental, las fobias pueden impedir la interacción social normal. En algunos casos, a través de ataques de pánico y ansiedad, llegan incluso a ‘paralizar’ a quienes los padecen, impidiendo que el organismo funcione con normalidad.
Existen varios tipos de fobias, las tres categorías principales se subdividen enfobias específicas, fobias sociales y agorafobia.
Las fobias específicas son aquellas que están directamente relacionadas con una situación u objeto en particular. Estos se dividen en cuatro categorías: animal, entorno natural, situacional o de otro tipo. Estas diferencias entre ellos, que están ligadas al contexto en el que surgen, son también determinantes en el comportamiento cotidiano.
Mientras que las fobias de la categoría animal, que incluyen las fobias a las arañas o serpientes por ejemplo, no son tan comunes en afectar las rutinas diarias, otras tienen un gran impacto en este sentido. Las causas más comunes de angustia y alteración del comportamiento de una persona son las del entorno natural (p. ej., alturas, tormentas) y situacionales (p. ej., miedo a volar, miedo a estar en espacios cerrados); primero porque se refiere a elementos que acaban por salirse de control, y otro porque, a pesar de ser controlable, puede ser casi imposible de eludir en algunos casos.
Por otro lado, las fobias sociales (por ejemplo, el miedo a hablar en público) se asocian con un miedo exagerado a estar en situaciones sociales, situaciones que pueden desencadenar vergüenza y/o humillación para uno mismo.
La agorafobia está relacionada con el miedo a estar en espacios públicos o con mucha gente, con el miedo a que sea difícil salir de ellos.
Llevadas al extremo, las fobias pueden potenciar el autoaislamiento, debido al aumento del miedo a que suceda algo malo.
Tanto las fobias sociales como la agorafobia tienden a ser más impactantes para las personas, porque son situaciones más comunes y es más difícil evitarlas.
Al ser patologías psicológicas, se pueden tratar las fobias y el miedo. En general, cualquier episodio de miedo exagerado o irracional debe aliviarse normalizando la respiración a través de inspiraciones profundas.
Si estás al lado de alguien que sufre este tipo de episodios, debes intentar consolarlo con palabras, demostrándole que el miedo es irracional. Si no funciona, es mejor ofrecer apoyo silencioso, simplemente esperar a que pase la inquietud y luego ayudar a la persona a alejarse del factor desencadenante.
Sin embargo, estos son solo algunos trucos para paliar crisis en casos concretos.Idealmente, quienes padecen fobias aceptan someterse a un tratamiento continuo que les ofrezca herramientas para un mayor control del miedo irracional. Los equipos multidisciplinarios de VillaRamadas están preparados para ayudarte a encontrar la mejor manera de lidiar con tus miedos.
La Terapia Cognitivo-Conductual ha sido referida en varios estudios científicos como una terapia exitosa en el tratamiento de fobias, así como también como terapia de exposición. En VillaRamadas contamos con profesionales con experiencia y formación en este tipo de terapias. Las técnicas de relajación y las técnicas de visualización también son muy utilizadas cuando nos encontramos ante casos de fobias.
Si has identificado momentos de angustia, o si conoces a alguien que la tenga y necesite ayuda, habla con nosotros. Podemos ayudarlo a recuperar la cordura y la serenidad en su vida diaria.