El trabajo es una de las formas de ejercer la ciudadanía, por lo que los efectos negativos del desempleo pueden ser diversos. Muchos psicólogos creen que la ocupación está asociada a la salud del trabajador, ya que también significa socialización, seguridad, reconocimiento social y puede reforzar el sentido de control del trabajador sobre su vida. Así, la ausencia de trabajo sumada a las restricciones económicas y sociales que se imponen en esta situación puede impactar directamente en las emociones de la población.